El rol del Ejército de Liberación Nacional en los dominios de tierra, ciberespacio y cognitivo en el escenario de conflicto armado colombiano[1]

The role of the National Liberation Army in earth, cyberspace and cognitive domains in the colombian armed conflict scenario

 

Revista PERSPECTIVAS

  EN INTELIGENCIA

 

Laura Arciniegas Londoño1*y Leidy Yurany Arcila Martínez2

 

 

(1) Escuela Superior de Guerra “GR. Rafael Reyes Prieto”, Bogotá, D. C., Colombia, lauritaarci@gmail.com

 

(2) Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia “BG. Ricardo Charry Solano”, Bogotá, D. C., Colombia, leidy.arcila@esici.edu.co

 

 

* Autor a quien se dirige la correspondencia

 

Volumen 15, Número 24, enero - diciembre de 2023, pp. 117-138

ISSN 2145-194X (impreso), 2745-1690 (en línea)

Bogotá, D. C., Colombia

 

http://doi.org/10.47961/2145194X.666

 

Fecha de recepción: 14/07/2023 | Fecha de aprobación: 12/10/2023

 

 

Resumen

El presente artículo tiene como fin profundizar y esclarecer el papel que el Ejército de Liberación Nacional[2] ha desempeñado en los dominios de tierra, ciberespacio y cognitivo dentro del ámbito del conflicto armado colombiano. Esta inmersión se justifica al reconocer que la extensa duración del conflicto ha facilitado la incorporación y adaptación de innovadoras estrategias, tácticas, técnicas y herramientas, las cuales han tenido repercusiones profundas en los aspectos físicos, informativos y cognitivos del enfrentamiento. Tales innovaciones, lejos de ser neutrales, han exacerbado el deterioro de los entornos sociales y han encendido las llamas de un enfrentamiento continuo con el Gobierno Nacional y su población. Con este trasfondo, el artículo aspira a llevar a cabo un análisis minucioso de cómo las acciones emprendidas por la guerrilla colombiana, específicamente por el Ejército de Liberación Nacional, se manifiestan y se interrelacionan con estos dominios emergentes, sobre todo en los actos de violencia que han marcado a la nación.

 

Clasificación JEL: B3, D74, P37.

 

Palabras clave: Dominios de tierra; ciberespacio; cognitivo; Ejército de Liberación Nacional; conflicto armado colombiano; violencia.

 

Abstract

The purpose of this article is to deepen and clarify the role that the National Liberation Army has played in the earth, cyberspace and cognitive domains within the scope of the Colombian armed conflict. This immersion is justified by recognizing that the long duration of the conflict has facilitated the incorporation and adaptation of innovative strategies, tactics, techniques and tools, which have had profound repercussions on the physical, informational and cognitive aspects of the confrontation. Such innovations, far from being neutral, have exacerbated the deterioration of social environments and have ignited the flames of an ongoing confrontation with the National Government and its population. Against this background, the article aspires to carry out a thorough analysis of how the actions undertaken by the Colombian guerrilla, specifically by the National Liberation Army, manifest and interrelate with these emerging domains, especially in the acts of violence that have marked the nation.

 

Keywords: Earth domains; cyberspace; cognitive; National Liberation Army; colombian armed conflict; violence.

 

Introducción

Durante las últimas décadas el conflicto colombiano ha atravesado distintas etapas claramente definidas. En sus primeras fases, en la década de 1960, el conflicto se centró en diferencias ideológicas, con la emergencia de grupos guerrilleros como las FARC y el ELN, movidos por agendas políticas y reivindicaciones agrarias (Garzón y Agudelo, 2019). Posteriormente, en los años 80 y 90, el auge del narcotráfico reconfiguró el conflicto, dándole un matiz económico y vinculando a nuevos actores, como los carteles de la droga y grupos paramilitares (Gutiérrez, 2018).

 

En la era moderna, factores externos, como tendencias geopolíticas y avances tecnológicos han influido en el conflicto. Por ejemplo, la globalización y el crecimiento del comercio han acentuado luchas por el control de rutas de narcotráfico y recursos naturales, mientras que el auge de la tecnología ha llevado a una mayor utilización de herramientas cibernéticas para la propaganda y el espionaje por parte de grupos armados (Niño, 2017).

 

Desde sus albores, el complejo conflicto armado en Colombia ha sido un crisol en el que han convergido una variedad de actores con distintas agendas y objetivos. Estos actores van desde movimientos guerrilleros, cuyos orígenes se encuentran en ideologías y luchas políticas, como las FARC y su lucha contra las desigualdades socioeconómicas de los años 60 (Cosoy, 2016), pasando por grupos paramilitares, como las AUC, que surgieron como una respuesta armada a esas guerrillas y fueron financiadas por sectores ganaderos y empresariales durante los años 90 (Hernández et al., 2018), hasta bandas criminales, como "Los Urabeños", cuyo principal motor es el lucro, principalmente del narcotráfico y minería ilegal (Ocampo, 2015). Aunque sus motivaciones pueden diferir, cada uno de estos grupos ha perseguido tenazmente ejercer su influencia y establecer su control sobre diversos aspectos esenciales de la sociedad colombiana, entre los que destacan la posesión y dominio de la tierra, como el caso del despojo de tierras en el Urabá Antioqueño (Chaverra, 2021), la manipulación de la opinión pública a través de estaciones de radio clandestinas (Ramos, 2020) y, en tiempos más recientes, el ámbito del ciberespacio, con ataques cibernéticos dirigidos a infraestructuras gubernamentales (Medina, 2019).

 

Este último, el ciberespacio, ha cobrado especial relevancia en el mundo contemporáneo. En la era de la información en la que nos encontramos, la contienda ha trascendido las fronteras físicas para adentrarse en un espacio virtual donde la lucha no es solo por el dominio geográfico, sino también por influir en la mente, las emociones y las percepciones del público. Así, el concepto de "dominio mental" en el contexto de la guerra es similar al de "dominio de la información" y suele ser atribuido a John Boyd, un piloto de combate y teórico militar estadounidense. Boyd es conocido por su ciclo OODA (Observar, Orientar, Decidir, Actuar), que es una teoría que describe el proceso de toma de decisiones en situaciones de combate.

 

La idea es que si un combatiente (o una fuerza) puede moverse a través de este ciclo más rápido que su oponente, podrá "entrar en la mente" del oponente y anticipar sus movimientos, ganando así un dominio mental. Boyd argumentaba que la guerra es en gran medida un enfrentamiento de mentes y que ganar la batalla en la mente del enemigo (es decir, desorientarlo o hacerle perder la cohesión y el propósito) es tan importante, si no más, que la destrucción física (Coram, 2002). Con ello, esta dimensión de conflicto resalta la importancia de la información y la narrativa en la batalla por el poder y la influencia, todas estas, siendo variables de conceptualización de índole estratégico (Arciniegas y Gutiérrez, 2022).

 

La progresiva transición hacia el ciberespacio representa un claro testimonio de cómo las tecnologías de la información y comunicación han sido cooptadas y reconfiguradas para ser utilizadas en contextos de conflictos a nivel mundial. No solo estados nacionales, sino también grupos criminales, organizaciones insurgentes y otras entidades no estatales, han llegado a comprender y aprovechar el vasto potencial que el ciberespacio ofrece. Como bien apuntan Crilly & Mears (2022) en sus investigaciones, estas entidades han identificado las ventajas intrínsecas de este dominio digital, no solo como una plataforma para la difusión de información o propaganda, sino también como un medio para desestabilizar, influir y avanzar en sus respectivos objetivos. Esta evolución ha introducido una nueva dinámica en el panorama de los conflictos, expandiendo el campo de batalla, más allá de los límites físicos y geográficos tradicionales, y sumergiéndolo en el vasto y, a menudo, ambiguo terreno de la era digital.

 

Dentro del conflicto armado colombiano, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) representa un actor destacado en esta adaptación al ciberespacio. Mientras que las tácticas tradicionales de confrontación continúan siendo relevantes, este artículo se concentra en cómo el ELN ha adoptado y optimizado los dominios emergentes de influencia, específicamente el cibernético, el terrestre y el cognitivo. Estas esferas, como subrayan Crilly & Mears (2022), representan un desplazamiento desde los enfrentamientos físicos hacia campos más abstractos, como la percepción y el pensamiento, cambiando las dinámicas de poder en medio del conflicto. La capacidad de estos dominios para remodelar las relaciones y las tácticas de confrontación ha permitido a los diferentes grupos armados no solo expandir su esfera de influencia, sino también controlar y dirigir las narrativas públicas. En consecuencia, estos actores se han vuelto más versátiles, pudiendo moverse y operar dentro de un paisaje que se encuentra en una perpetua metamorfosis, debido a la influencia de la tecnología y la globalización.

 

Para garantizar una comprensión exhaustiva y detallada de la evolución del conflicto armado en Colombia, el contenido de este artículo se ha organizado meticulosamente en tres secciones fundamentales, cada una diseñada para abordar un aspecto esencial del panorama conflictivo. En la primera parte se analizarán en profundidad los dominios de influencia, descifrando no solo su naturaleza intrínseca sino también cómo han modificado y redefinido las dinámicas tradicionales del conflicto armado, alterando las reglas y tácticas que previamente regían. En la segunda sección se centrará la atención en el papel fundamental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en este escenario transformado. Se explorará cómo este grupo guerrillero ha reconocido, adaptado e integrado estos dominios emergentes en su operatividad cotidiana, logrando así una renovación estratégica. En la sección final se consolidará la discusión al establecer conexiones sólidas y reveladoras entre las tácticas y estrategias específicas empleadas por el ELN y los mencionados dominios de influencia. De este modo se proporcionará al lector una perspectiva integrada y holística del actual y complejo escenario del conflicto armado en Colombia.

 

Metodología

En el contexto de examinar la influencia multidimensional del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el conflicto armado colombiano, especialmente en los dominios de tierra, ciberespacio y cognitivo, es esencial adoptar una metodología que no solo recopile datos, sino que también interprete y contextualice las narrativas y discursos presentes. Por lo tanto, el enfoque cualitativo y la revisión y exploración de textos académicos son apropiados para este estudio. Aquí se busca comprender y describir las características y peculiaridades de un fenómeno desde la perspectiva de los actores involucrados. Además, permite explorar las motivaciones, percepciones y creencias que rodean al ELN y sus estrategias en los diferentes dominios. Asimismo, este enfoque brinda una comprensión más profunda de los patrones y tendencias subyacentes que no pueden ser fácilmente cuantificados.

 

Con ello, las estrategias de recopilación de datos inician con la revisión documental, la cual se llevó a cabo por medio de una revisión exhaustiva de textos académicos relacionados con el ELN y el conflicto armado colombiano. Esto incluye: i) Artículos de revistas académicas; ii) Libros y capítulos de libros; iii) Tesis y disertaciones; iv) Documentos gubernamentales y reportes de ONG relevantes; y v) Publicaciones y declaraciones oficiales del ELN. Seguido a ello se mantuvo un análisis de contenido que, tras la recolección de los documentos, permitió identificar temas recurrentes, patrones y discursos en torno al ELN y su influencia en los dominios de tierra, ciberespacio y cognitivo. Aquí es necesario aclarar que el criterio de inclusión para los documentos fue su relevancia para el tema, su aporte al conocimiento existente y su validez académica. Se excluyeron aquellos documentos que no aportan información significativa o que están basados en opiniones sin sustento empírico.

 

De esta manera, una vez seleccionados los documentos, se procederá a categorizarlos según su tipo y contenido. Posteriormente se codificarán para identificar patrones y tendencias relacionadas con el papel del ELN en los dominios mencionados. Así, entonces, basándose en el análisis de contenido y los patrones identificados, se interpretaron los resultados. Esta fase busca no solo describir los hallazgos, sino también proporcionar una comprensión más profunda de las motivaciones, estrategias e impacto del ELN en el conflicto armado colombiano.

 

El dominio de tierra, ciberespacio y cognitivo

Desde el estallido de la Primera Guerra Mundial, los historiadores y analistas militares han identificado una serie de estrategias, tácticas, técnicas y formas renovadas de hacer la guerra, que emergieron como mecanismos avanzados de conquista y defensa. Este conflicto global, que cambió la naturaleza del combate, introdujo una era en la que las operaciones de armas combinadas se extendieron a varios escenarios y dimensiones, adaptándose a las particularidades de cada frente de batalla. Con el avance y la evolución del tiempo, estos conflictos comenzaron a incorporar elementos y factores más avanzados y especializados, dando paso a nuevas dinámicas bélicas. En este contexto, no solo se reforzaron los dominios tradicionalmente físicos, como el terrestre, el aéreo y el marítimo, sino que también se consolidaron y ampliaron otros dominios centrados en la información, especialmente el cibernético. Además, con un ojo en la complejidad de la guerra moderna, se exploraron y se pusieron a prueba dominios de profundo impacto y alcance, como el cognitivo y el social, este último tomando en cuenta las implicaciones y connotaciones políticas que subyacen en toda contienda (Reed, 2008).

 

El dominio físico suele estar asociado al ámbito tradicional de la guerra; en este, una fuerza se desplaza en el tiempo y el espacio, teniendo en cuenta los factores de tierra, mar y aire. Aquí, las fuerzas militares logran ejecutar operaciones y son quizás las vías donde se lleva a cabo la mayor parte de la guerra convencional. Por su parte, el dominio de la información está vinculado con aquello que se crea, manipula y comporte todo tipo datos, específicamente, desde los escenarios cibernéticos (Liang & Xiangsui, 1999).

 

Sin embargo, el dominio cognitivo (aún discutido por su reconocimiento o no) se aplica cuando los elementos que residen en la intención, la doctrina, las tácticas, las técnicas y los procedimientos surgen de conceptos clave para la toma de decisiones. A menudo son reconocidos como la empresa humana, ya que los seres humanos son quienes interactúan, intercambian información y forman conciencia y comprensiones compartidas, tomando de esta manera decisiones en colaboración; en este sentido, la partición de elementos, como la cultura, la religión, los valores, las actitudes y las creencias son el medio por donde será posible crear una voluntad de la comunidad para considerar el cumplimiento de intenciones ajenas. (Liang & Xiangsui, 1999).

 

En ese sentido, Liang & Xiangsui (1999) proponen que los individuos forman conciencia y comprensiones compartidas, tomando decisiones en colaboración. Bajo esta lógica, la integración de elementos, como cultura, religión, valores, actitudes y creencias se convierte en el canal mediante el cual se puede influir en la voluntad de una comunidad para alinearla con objetivos particulares. En el contexto del ELN, esta teoría cobra relevancia, ya que el grupo guerrillero ha buscado influir y formar una conciencia compartida en sus áreas de influencia, usando su ideología y narrativas para establecer una conexión profunda con las comunidades locales. Esta interacción busca no solo la aceptación, sino también la colaboración activa de la población en sus objetivos revolucionarios.

 

Las dimensiones o dominios mencionados hacen parte de los entornos operativos en los cuales se desarrolla el conflicto armado. Hasta décadas recientes, los dominios de los conflictos armados se basaban en concepciones geoespaciales, haciendo referencia a lugares físicos: tierra, mar y aire. No obstante, con el tiempo aumentaron las existencias particulares por parte de los grupos que propiciaban estos espacios de conflicto, llevando a que el Derecho Internacional Humanitario (DIH) generara ciertos principios y normas fundamentales de humanización de la guerra. Aquí la necesidad de victoria obligó a generar nuevas estrategias que condujeron al desarrollo de nuevos dominios, teniendo en cuenta la estructuración de operaciones cibernéticas y otras capacidades emergentes (McCosker, 2020).

 

FIGURA 1. Dimensiones de Influencia

 

Fuente: Tomado de Crilly & Mears (2022)

 

Dentro de los diversos y complejos escenarios de conflicto que se han presentado a lo largo de la historia ha surgido la tendencia de emplear múltiples dominios simultáneamente. Esta simultaneidad ha dado paso a lo que se conoce como un espacio operativo multidominio. Esta noción no es simplemente una táctica casual, sino una construcción militar deliberada y emergente que busca no solo aprovechar las capacidades existentes en los distintos frentes de combate, sino también prever y conectar las capacidades que podrían surgir en el futuro. Al hacerlo, estos dominios no solo actúan de forma autónoma, sino que se vuelven cada vez más interdependientes, creando una red de operaciones intrincadamente conectada que maximiza el impacto y la eficacia en el campo de batalla. Bowers (2022) ha destacado esta naturaleza interconectada de los dominios, lo que se refleja claramente en la Figura 1, donde se visualiza cómo estos dominios se entrelazan y se influencian mutuamente en un contexto bélico moderno.

 

Los espacios de batalla multidimensional se basan normalmente en una guerra centrada en la red, la cual abarca los tres tipos de dominio (físico, de formación y cognitivo). En el tiempo, las fuerzas militares añadieron estos nuevos tipos de dominio tradicional, dado que fueron creciendo constantemente sus necesidades, como aquella referente a adquirir mayor información y control, así como ganar un conflicto intangible en el que está la mente del guerrero o combatiente individual con sentimientos de éxito o fracaso (para el caso cognitivo) (Crilly & Mears, 2022).

 

Así se ha establecido con el tiempo un concepto de multidominio, buscando entonces responder a los nuevos retos como: i) incorporar avances tecnológicos y su difusión, ii) aprovechar la información armamentística y iii) hacer frente a los objetivos políticos perturbadores de los adversarios potenciales, desde una convergencia e integración de los sistemas, capacidades, entornos y funciones en el tiempo (Ionita, 2021).

 

En Colombia, la aplicación de cada una de estas dimensiones se ha visto reflejada en el conflicto armado interno. En este participa una gran variedad de actores, entre ellos guerrillas, redes de economías ilícitas, disidencias, milicias populares, bandas armadas, paramilitares, entre otros; en este sentido se podría argumentar que este escenario de guerra tiene el potencial de influir en la reinterpretación y ajuste de las reglas de las gramáticas bélicas, así como en los contextos sociales y políticos en los que se desenvuelve. (Uribe, 2002).

 

Mientras los dominios físico e informativo de la guerra suelen recibir una atención predominante en la literatura y las discusiones sobre conflictos, es esencial reconocer el papel primordial que desempeña el dominio cognitivo en estas dinámicas. Aunque a menudo pueda quedar eclipsado por las manifestaciones tangibles de la guerra, el dominio cognitivo tiene un impacto profundo en la percepción, decisión y comportamiento de los actores involucrados. Las operaciones militares, a lo largo del tiempo, han llegado a discernir claramente entre los espacios operativos tradicionales -como el terrestre, marítimo, aéreo, espacial, del espectro electromagnético y de la información- y los aspectos cognitivos inherentes al combate. Esta distinción es crucial porque, a diferencia de los dominios más tangibles, el dominio cognitivo no puede ser influenciado de manera directa. En lugar de eso, se requiere una intervención en los otros ámbitos mencionados para eventualmente generar un impacto sobre el cognitivo. Yeste (2020) subraya esta interacción y la necesidad de una comprensión matizada para lograr una influencia efectiva en el teatro contemporáneo de operaciones.

 

De esta forma se identifica un aspecto clave en este tipo de dominio y es la influencia, la cual se concibe como “un pilar de la integración de todas las posibilidades de combate y de actuación en el entorno de la información en el planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones” (Yeste, 2020, pág. 132). El complemento de estos procesos de influencia son precisamente los otros dos tipos de dominio. En Colombia, las operaciones militares se han visto fortalecidas por medio de herramientas cibernéticas, siendo entonces utilizadas a través del tiempo por los países más poderosos; de esta forma se ha estructurado una lucha de redes y sistemas de redes, desde las cuales se pueden apoyar también acciones de engaño militar, guerra electrónica, espionaje, descifrado de claves, entre otros factores, que son entrelazados para impactar los espacios físicos, tanto para reducir las amenazas, como para dar continuidad a los escenarios de conflicto.

 

El Ejército de Liberación Nacional y la concentración de poder sobre los dominios

En el escenario específico de Colombia, las guerrillas inmersas en el conflicto armado han logrado hacer uso del dominio de tierra o físico, ciberespacio o de información y cognitivo. Su fin es desarrollar acciones criminales e imponer su poder a través de los distintos territorios. En ese sentido es necesario tener en cuenta que para el desarrollo de la contienda se mantienen diversidad de actores especificando protagonistas, como las hoy extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

 

En el marco del conflicto armado que ha afectado a Colombia durante más de cincuenta años, el ELN ha desarrollado tácticas adaptadas al mundo digital para expandir su influencia. Utilizando medios y redes sociales como herramientas estratégicas, este grupo armado ha buscado afianzar su dominio cognitivo y promover su ideología. Diversos análisis han identificado patrones claros en las comunicaciones del ELN, principalmente el uso de narrativas centradas en la resistencia, autonomía de territorios y críticas al poder estatal. Estos mensajes se propagan a través de plataformas como Twitter, Facebook y WhatsApp, entre otros, buscando resonar con jóvenes desencantados y comunidades en zonas en las que el poder estatal es débil. (Calderón, 2016), (Salas et al., 2018).

 

El público objetivo de estas comunicaciones tiende a ser diverso: desde jóvenes urbanos hasta comunidades rurales en áreas en las que el ELN busca expandir su influencia. Las zonas de mayor acogida y efecto de sus mensajes son aquellas regiones ricas en recursos naturales, como Arauca, donde el oleoducto de Caño Limón-Coveñas ha sido un foco de disputa. A pesar de la retórica revolucionaria, es importante notar que el ELN también ha sido señalado por actuar con violencia en estos territorios, especialmente en áreas de significativo valor ecológico y donde habitan comunidades étnicas. Sin embargo, en el ámbito digital, su estrategia de comunicación busca proyectar una imagen más positiva, enmascarando o justificando sus acciones (Ríos et al., 2019).

 

Las tendencias de estas comunicaciones varían, pero suelen estar alineadas con eventos políticos actuales, logrando así mantener su relevancia y captar la atención de sus seguidores. Es crucial que las autoridades y la sociedad civil entiendan y contrarresten estas tácticas digitales del ELN, para proteger a las comunidades vulnerables y promover una narrativa de paz y desarrollo.

 

Estas acciones han sido denominadas ofensivas guerrilleras, desde las cuales se exigían garantías de seguridad para la población civil (Echandía, 2001). Así el ELN comenzó a caracterizarse como un grupo armado organizado con estrategias de control territorial, debido a la gran autonomía que demostraba tener en medio del conflicto, y reconociendo su interés por lograr un andamiaje político por medio de la conexión con movimientos y organizaciones gubernamentales. Con ello lograron tener mayor influencia en los procesos sociales y políticos, esperando una posible transformación a favor de sus intenciones (Llorente & Garzón, 2020).

 

El ELN, debido a sus acciones, comenzó a ser descrito como una guerrilla societal. Esta buscaba un acercamiento cada vez más a la comunidad, haciendo uso de vertientes, como marxismo, humanismo camilista, revolución cubana y la Teología de la liberación, convirtiéndose entonces en un grupo guerrillero con una organización fortalecida que aplicaba dinámicas sociales para conseguir el poder. Aquí sus medios se basaban en la exposición de su perspectiva social, política, cultural y económica, y el establecimiento de otros planeamientos, como un plan nacional de salud pública que facilitara la asistencia médica a la población sin generar grandes golpes económicos (Carrera & Castillo, 2019).

 

Un punto clave para tener en cuenta es que el ELN fundamentó su estrategia de guerra en un proceso constante de ataque a la infraestructura nacional, particularmente a la industria petrolera, lo cual debilitaría rápidamente el poder y el control estatal, y representaba un quiebre desde el punto de vista militar. Asimismo, dentro de sus acciones se desarrolló la extracción de recursos a través de extorsiones a las empresas del sector minero-energético, convirtiéndose en una de sus principales fuentes de financiación que lograra sostener las necesidades de 4.500 hombres aproximadamente (Rubiano, 2015).

 

De esta forma, la guerrilla del ELN comenzó a impactar en los diversos ambientes a nivel nacional, generando consigo una serie de estrategias que tuvieran en cuenta los dominios de tierra, cibernéticos y cognitivos. Aunque tradicionalmente se han enfocado en el control territorial y en acciones militares, en los últimos años han incursionado en el ciberespacio. Existen reportes de que el ELN ha utilizado las redes sociales para su propaganda, reclutar miembros y difundir información falsa para desestabilizar la opinión pública (Plata, 2006). Desde el punto de vista cognitivo, su estrategia se centra en mostrarse como un movimiento político-militar, en lugar de ser percibidos únicamente como un grupo violento y terrorista. Para ello han aprovechado plataformas digitales y medios de comunicación para transmitir su ideología y narrativa, buscando ganar apoyo o al menos generar dudas en la población sobre las acciones del Gobierno y otros grupos (Carrera & Castillo, 2019).

 

Desarrollo del conflicto armado y dominio de tierra, ciberespacio y cognitivo desde el Ejército de Liberación Nacional

Los dominios de tierra, ciberespacio y cognitivo tienen de forma individual ventajas de uso para el cumplimiento de los propósitos de la guerra, sea de parte del actor legítimamente reconocido o, en su defecto, del lado del actor de orden ilegal. Si se desglosa la vía de materialización de los dominios, al iniciar con el dominio territorial en el conflicto armado colombiano, la tierra ha sido uno de los ejes centrales para el desarrollo de acciones violentas. A través del tiempo, la apropiación de las tierras en el territorio nacional ha creado una serie de despojos y daño de recursos, principalmente en sectores rurales (Restrepo & Vargas, 2018). En ese sentido, grupos guerrilleros como ELN generaron una serie de desplazamientos con el fin de alcanzar el control territorial; muchos de los reportes demuestran la presencia de grupos irregulares sobre los campesinos durante la violencia, quienes fueron después descritos como terratenientes, ya que causaban expropiaciones para adueñarse de los terrenos desde su actividad criminal (Saffón, 2021).

 

En medio de estas acciones de despojo se produjeron controles como la negación al agua, a la propiedad de la tierra, a las formas de vida tradicionales, entre otras. Lo anterior obligaba a las víctimas a sobrevivir en medio de diversas formas de violencia; los despojos no se daban de una manera legítimamente organizada, sino que traían consigo otros actos delictivos, como homicidios, desplazamiento y confrontación armada (Defensoría del Pueblo, 2014).

 

La incorporación de las nuevas tecnologías de la información ha abierto el espacio cibernético a una serie de amenazas y ataques informáticos. Estas estrategias no solo amplían la vulnerabilidad de los sistemas, sino que también afectan la percepción y la seguridad de territorios enteros. A nivel global, diversos grupos terroristas han capitalizado el uso de estas tecnologías para llevar a cabo ofensivas cibernéticas. En el contexto colombiano, tanto las FARC como el ELN han sido identificados por el Departamento de Estado de los Estados Unidos como actores que han empleado nuevas tecnologías para sus operaciones (Carreño, 2019). El ELN, en particular, ha adaptado tácticas de guerra cibernética en sus acciones, posicionándose así en el panorama de la guerra informática. Han utilizado plataformas digitales, como páginas web, como un canal para difundir y exponer sus objetivos y propósitos al público (Sánchez, 2017). Entre sus acciones más destacadas se encuentran:

 

“interrumpir el sistema de información, sabotear la estructura para la conducción de operaciones, debilitar la capacidad para contrarrestar una ofensiva, dispersar las fuerzas, armas y fuego del enemigo; lograr la concentración de las fuerzas, armas y fuego de las unidades propias, confundir al contrario y lanzar simultáneamente un ataque sorpresivo de información para que tome una decisión errónea o bien realizar una acción equivocada” (Sánchez, 2017, pág. 70).

 

Así entonces, en el dominio cognitivo, el ELN ha construido sus estrategias de mayor valor estratégico por medio del control psicológico de la ciudadanía. Aquí les ha sido posible generar ataques a los sistemas de información, y la gestión de esta información en medio de los procesos de decisión ha sido construida en un escenario de constante manipulación, menoscabando la legitimidad del Estado y manteniendo latente una serie de ideologías enfocadas en la guerra y la revolución violenta (Villalba et al., 2022). A su vez es posible reconocer dentro de sus tácticas cognitivas el trabajo con las masas, lo cual se considera clave para el desarrollo de su llamada guerra popular prolongada; su fin es llegar directamente a la población civil para impactar sobre las decisiones gubernamentales y luego impactar de manera violenta para que no se generen dudas con respecto a su poder y así generar una serie de prácticas violentas y de sabotaje para ampliar su base social mediante procesos llamados revolucionarios (Reyes, 2013).

 

Tácticas, técnicas y métodos del ELN en relación con otras guerrillas importantes en el mundo

El conflicto armado en Colombia ha sido uno de los más duraderos de América Latina. El ELN ha sido uno de sus actores principales. A lo largo de su historia el ELN ha adaptado y adoptado tácticas, técnicas y métodos (TTM) que pueden ser comparables a los empleados por otras guerrillas importantes a nivel mundial. A continuación se presenta un análisis comparativo de las TTM del ELN y su relación con las de otras organizaciones insurgentes:

 

1. Tácticas Territoriales

Como se ha destacado anteriormente, el ELN ha utilizado el control territorial como una de sus tácticas principales. Ha creado zonas donde ejercen autoridad, utilizando desplazamiento forzado, expropiaciones y actos violentos para solidificar su dominio. En efecto, organizaciones como las extintas FARC en Colombia, el PKK en Turquía, y el talibán en Afganistán, también han empleado tácticas similares. Estas guerrillas buscan controlar áreas específicas, ya sea por su valor estratégico, sus recursos o su significado simbólico.

 

El ELN ha mantenido una influencia notable en el terreno colombiano, evidenciada por sus operaciones en regiones montañosas, rurales y selváticas. Estas áreas remotas, caracterizadas por la presencia de campamentos, no solo les proporcionan refugio contra las fuerzas de seguridad colombianas, sino que también les permiten aprovechar el terreno para su movilidad y ocultación (Del Alcázar et al., 2003). Por su parte, el terreno ha facilitado al ELN la implementación de tácticas guerrilleras, como emboscadas y ataques sorpresa, usando la topografía a su favor. Este dominio también les ha otorgado control sobre corredores estratégicos, evidenciado en el control de rutas y la imposición de "peajes" para financiar sus operaciones, incluida su vinculación con el narcotráfico. (Methol & Metalli, 2006). Así entonces, en su búsqueda por establecer áreas de influencia, el ELN ha priorizado regiones rurales, creando zonas donde ejercen control y promulgan su ideología. Estas regiones no solo les facilitan la implementación de su ideario, sino que también sirven como bases estratégicas para sus operaciones.

 

2. Tácticas Cibernéticas

En efecto, el ELN ha comenzado a incursionar en el ciberespacio, realizando ataques cibernéticos para interrumpir sistemas de información y propagar su mensaje. Un ejemplo concreto de esto fue el ataque de 2020 al portal web del Gobierno colombiano, atribuido al ELN (Pérez, J., 2020). Por su parte, organizaciones como ISIS (Estado Islámico) ha sido quizás el más innovador en este campo. En 2015 se evidenció cómo ISIS utilizaba Twitter para difundir videos de propaganda y radicalización (Las Heras, 2022). Al-Qaeda y el Hezbollah, por otro lado, han utilizado foros en línea y canales de YouTube para propagar su ideología y coordinar esfuerzos (Villalba et al., 2022).

 

Históricamente, el ELN no destacó por su presencia en el ciberespacio colombiano, especialmente en comparación con entidades contemporáneas más tecnológicamente avanzadas. No obstante, la adaptación de grupos insurgentes al ciberespacio es heterogénea, dependiendo de sus objetivos, naturaleza y recursos. Así entonces, las funciones primordiales del ciberespacio para estos grupos incluyen:

 

i) Comunicación Encubierta. El ciberespacio proporciona herramientas, como mensajería encriptada y comunicaciones cifradas. Un ejemplo es el uso de la aplicación Telegram por parte de ISIS para coordinar ataques y evadir la vigilancia (Segall, 2015);

 

ii) Propaganda y Difusión. En 2014, Hezbollah lanzó su canal oficial en una popular plataforma de streaming, en la que publica regularmente contenido propagandístico (Infobae.com, 2017);

 

iii) Reclutamiento y Movilización. Al-Qaeda, a través de su revista en línea Inspire, busca captar nuevos miembros, ofreciendo instrucciones y justificaciones ideológicas (Naciones Unidas, 2020);

 

iv) Desinformación. Durante el conflicto en Siria se observó cómo diversos grupos utilizaban tácticas de desinformación en redes sociales para confundir a la opinión pública (Peinado, 2018);

 

v) Ataques Cibernéticos. Un caso destacado es el intento de comprometer la red eléctrica en Ucrania en 2015, atribuido a un grupo insurgente (Paúl, 2022).

 

Es imperativo considerar que la relación del ELN con el ciberespacio ha experimentado cambios significativos a medida que ha avanzado la revolución tecnológica. El surgimiento del Internet de las Cosas (IoT) ha traído consigo una serie de dispositivos interconectados que van más allá de las computadoras tradicionales, lo que potencialmente otorga a organizaciones como el ELN nuevas herramientas y plataformas para interactuar, comunicarse o incluso llevar a cabo operaciones de diferente naturaleza. (Arciniegas y Corzo, 2021). Además, el incremento exponencial de la conectividad global, impulsado por la rápida adopción de redes sociales y plataformas de comunicación en línea, ha creado un ambiente en el que la información puede ser transmitida y compartida con una velocidad y alcance sin precedentes. Un informe de 2020 destacó cómo el ELN utilizó plataformas como Twitter para difundir propaganda y reclutar miembros (Oquendo, 2020). Este nuevo panorama tecnológico no solo ofrece oportunidades para la propagación de ideologías y el reclutamiento, sino que también presenta desafíos y amenazas potenciales en el ámbito de la seguridad cibernética. Es esencial, por lo tanto, evaluar continuamente cómo organizaciones como el ELN podrían adaptarse y aprovechar estos avances tecnológicos en sus estrategias y operaciones.

 

3. Tácticas Cognitivas

El ELN ha centrado sus esfuerzos en manipular la percepción pública a través de canales específicos. Predominantemente han empleado plataformas de redes sociales, como Twitter y Facebook, así como la distribución de panfletos y emisiones de radio en áreas rurales, para difundir su propaganda (Infobae.com, 2019). Un ejemplo destacable es su campaña "Voces de la Verdad", que circuló ampliamente en la región del Catatumbo, donde promovían mensajes contra la intervención extranjera y en pro de la defensa del territorio (Chacón, 2021). Esta organización se ha enfocado en resaltar temas de desigualdad socioeconómica y falta de acceso a servicios básicos, utilizando estos puntos de conversación como justificación para su lucha. Las áreas más impactadas por esta propaganda incluyen regiones como el Chocó, Arauca, y Nariño, donde la presencia estatal es limitada y la población es susceptible a la influencia de estos mensajes (Pardo, 2022).

 

Por otro lado, el ELN ha tomado técnicas de organizaciones insurgentes internacionales, como el Viet Cong y el PKK, utilizando la ideología como una herramienta clave en su estrategia. En sus narrativas se presentan como defensores de los marginados, enfrentando un sistema que ven como opresor. Esta representación ha resonado no solo a nivel local sino también internacional, con grupos en Europa y América Latina expresando solidaridad y apoyo (Bustos, 2020).

 

La ideología del ELN no solo sirve como herramienta de justificación, sino que también respalda sus acciones violentas y ataques a las fuerzas de seguridad. Arguyen que su lucha es justa y que la violencia es un medio necesario para lograr cambios. Este argumento ideológico ha sido fundamental para sus campañas de reclutamiento, en las que presentan su lucha como una alternativa heroica contra la opresión, buscando atraer a individuos, particularmente jóvenes, que desean promulgar un cambio en Colombia (Zanatta, 2012).

 

En este escenario, el ELN argumenta que sus acciones están directamente relacionadas con las falencias estructurales del Estado colombiano. De acuerdo con Quesada (2023), han señalado reiteradamente las deficiencias gubernamentales en áreas críticas, como la corrupción, el abuso de poder y las alegadas violaciones a los derechos humanos. En este marco, se autorrepresentan como una respuesta directa a la opresión estatal, articulando su lucha como una necesidad moral y política. Esta posición se difunde sistemáticamente a través de comunicados y propaganda en los que delinean sus objetivos y justificaciones de manera explícita (Ortega, 2015). Es pertinente destacar que, a pesar de su retórica, las opiniones sobre el ELN son sumamente polarizadas en la sociedad colombiana, oscilando entre visiones que los ven como defensores de la justicia social y aquellas que los identifican como agentes de violencia y criminalidad (Galeano, 1971).

 

Por otro lado, es evidente que el ELN, si bien utiliza tácticas violentas, busca establecer lazos con las comunidades locales mediante la instauración de programas sociales y proyectándose como guardianes de los sectores más vulnerables de la sociedad (Villalba et al., 2022). Esta estrategia recuerda la máxima maoísta que describe a la población como el "agua", y a los guerrilleros como los "peces" que en ella nadan (Feng, 2006). Este principio ha sido replicado por diversos grupos insurgentes a nivel global, siendo ejemplos destacados el Sendero Luminoso, en Perú, y el NPA, en Filipinas (Pighi, 2021).

 

Conclusiones

El conflicto armado colombiano se ha transformado a lo largo del tiempo, incorporando múltiples dominios de operación y acción, como son los territorios físicos, el ciberespacio y el ámbito cognitivo. Esta evolución ha generado nuevos desafíos para las fuerzas estatales y ha permitido la emergencia y adaptación de actores no estatales, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

 

El ELN, en su papel dentro del conflicto, ha demostrado adaptabilidad y estrategia en los tres dominios mencionados. En el ámbito terrestre ha buscado consolidar su presencia, controlando territorios y comunidades para fortalecer su influencia y contrarrestar la presencia estatal. En el dominio cibernético, el grupo ha empleado tácticas de guerra informática y ha utilizado plataformas digitales para difundir sus objetivos y propaganda. En el dominio cognitivo, el ELN ha trabajado para influir en la percepción pública, intentando presentarse como una entidad revolucionaria y legítima en su lucha, aprovechando narrativas y simbolismos que refuercen esta imagen.

 

Esta multifacética operación del ELN demuestra una comprensión estratégica de la moderna dinámica de conflictos. No slo buscan el control territorial, sino también el dominio de la información y la percepción pública, esenciales en un mundo cada vez más conectado y digitalizado. Estos esfuerzos coordinados en múltiples dominios posicionan al ELN como una entidad relevante en el conflicto colombiano, que va más allá de la simple confrontación armada en el terreno.

 

En resumen, el panorama del conflicto armado en Colombia es complejo y multidimensional. Si bien hay múltiples actores involucrados, el ELN, con su actuación en los dominios terrestre, cibernético y cognitivo, se destaca como uno de los protagonistas principales en esta lucha por el poder, la influencia y el control. Es imperativo que cualquier análisis o intervención en el conflicto colombiano tenga en cuenta estas dinámicas para abordar el problema de manera integral.

 

Declaración de divulgación

Los autores declaran que no existe ningún potencial conflicto de interés relacionado con el artículo.

 

Financiamiento

Los autores no declaran fuente de financiamiento para la realización de este artículo.

 

Sobre los autores

Laura Arciniegas Londoño es candidata a doctorado en Estudios Estratégicos, Seguridad y Defensa de la Escuela superior de Guerra “GR. Rafael Reyes Prieto” (Colombia), es magister en Inteligencia Estratégica de la Institución Universitaria Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia “BG. Ricardo Charry Solano” (Colombia), especialista en Gerencia Integral de Obras de la Escuela de Ingenieros Militares (Colombia), es Ingeniera Civil de la Universidad Militar Nueva Granada (Colombia), docente en pregrado, posgrado e investigadora científica de la Institución Universitaria Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia “BG. Ricardo Charry Solano” (Colombia).

https://orcid.org/0000-0001-9614-935X - Contacto: lauritaarci@gmail.com

Leidy Yurany Arcila Martínez es candidata a magister en Inteligencia Estratégica de la Institución Universitaria Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia “BG. Ricardo Charry Solano” (Colombia), Abogada de la Universidad Militar Nueva Granada (Colombia), técnico auxiliar de Enfermería del Centro de Estudios Tecnológicos “Los Andes” (Colombia), docente Ad Honorem de procedimientos jurídicos y marco legal de inteligencia y contrainteligencia en pregrado en la Institución Universitaria Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia “BG. Ricardo Charry Solano” (Colombia).

https://orcid.org/0009-0002-3523-9962 - Contacto: leidy.arcila@esici.edu.co

 

Referencias

Arciniegas, L. & Corzo, G. (2021). Contextualización de la Cuarta Revolución Industrial, Industria 4.0, industria 5.0 y tecnología 5G con el sector Defensa y seguridad. Perspectivas en Inteligencia, 12(21), 245-258. https://doi.org/10.47961/2145194x.225

 

Arciniegas, L. & Gutiérrez, V. (2022). Conceptualización académica sobre el término de inteligencia estratégica y su aplicación en la toma de decisiones en Colombia. Perspectivas en Inteligencia, 14(23), 97-117. https://doi.org/10.47961/2145194x.334

 

Bowers, I. (2022). Multi-domain operations: a window into the future operational evironment? Obtenido de Centre for Joint Operations, Institute for Military Operations, research.fak.dk, Forsvarets Forskningsdatabase: https://research.fak.dk/esploro/outputs/report/MULTI-DOMAIN-OPERATIONS-A-WINDOW-INTO-THE/991866181603741.

 

Bustos Zamora, G. (2020). Union between marxism and christianity in the National Liberation Army. Izquierdas, 49, 73. Epub March 24, 2021. https://dx.doi.org/10.4067/s0718-50492020000100273

 

Calderón Rojas, J. (2016). Etapas del conflicto armado en Colombia: hacia el posconflicto. Latinoamérica. Revista de estudios latinoamericanos, (62), 227-257. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-85742016000100227 https://doi.org/10.1016/j.larev.2016.06.010

 

Carreño Pérez, J. C. (2019). Metodología para evaluación de cibervulnerabilidad en sistemas de transmisión de energía eléctrica “EVULCIB”, estudio de caso subestación eléctrica de 230kV ubicada en la ciudad de Bogotá-Colombia. Recuperado de: http://hdl.handle.net/11349/16282.

 

Carrera Uribe, J., & Castillo Espitia, O. A. (2019). El conflicto armado con el ELN: el "otro" como enemigo. Obtenido de Pontificia Universidad Javeriana: https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/46518/El%20conflicto%20armado%20con%20el%20ELN%20El%20otro%20como%20enemigo.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

Chacón, J. (2021, 22 noviembre). ¡Cuba sí, yanquis no! – ELN VOCES - eln-voces.net. https://eln-voces.net/cuba-si-yanquis-no/

 

Chaverra Colorado, F. A. (2021). Reseña crítica. Villamizar, Darío. (2020). Las guerrillas en Colombia. Una historia desde los orígenes hasta los confines. Bogotá, D. C.: Debate.: El ciclo guerrillero, una discusión histórica. Estudios Políticos, (60), 370–374. https://doi.org/10.17533/udea.espo.n60a18

 

Coram, R. (2002). Boyd: The fighter pilot who changed the art of war. Pag. 320, Little Brown And Company.

 

Cosoy, N. (2016, 24 agosto). ¿Por qué empezó y qué pasó en la guerra de más de 50 años que desangró a Colombia? BBC News Mundo bbc.com. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37181413

 

Crilly, M., & Mears, A. (2022). Multi Dimensional and Domain Operations (MDDO). Obtenido de Wavell Room, wavellroom.com: https://wavellroom.com/2022/01/26/mddo/

 

Defensoría del Pueblo. (2014). Los riesgos de reclamar la tierra: vulneración y amenazas a los derechos humanos de personas y comunidades. Obtenido de Defensoría del Pueblo Colombia: https://publicaciones.defensoria.gov.co/desarrollo1/ABCD/bases/marc/documentos/textos/Los_riesgos_de_reclamar_la_tierra._Vulneracion_y_amenazas_a_los_Derechos_Humanos_de_personas_y_comunidades.pdf

 

Del Alcázar Garrido, J., Tabanera García, N., Santacreu Soler, J. & Marimon Riutort, A. (2003). La consolidación y la reconstrucción: problemas de los diversos estados americanos. En Del Alcázar Garrido, J., Tabanera García, N., Santacreu Soler, J. & Marimon Riutort, A. Historia contemporánea de América, (págs. 77-146). Valencia: Universidad de Valencia.

 

Echandía Castilla, C. (2001). La violencia en el conflicto armado durante los año 90. Revista Opera, Universidad Externado de Colombia. 1(1), 229-245. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67510112

 

Feng, H. (2006). The operational code of Mao Zedong: defensive or offensive realist? Security Studies, 14(4), 637-662. https://doi.org/10.1080/09636410500468818

 

Galeano, E. (1971). La estructura contemporánea del despojo. En: Las venas abiertas de América Latina. México D.F., pp. 267-338, Editorial Siglo XXI.

 

Garzón Vallejo, I., & Agudelo, A. F. (2019). La batalla por la narrativa: intelectuales y conflicto armado en Colombia. Revista de Estudios Sociales, 1(69), 53–66. https://doi.org/10.7440/res69.2019.05

 

Gutiérrez Rojas, C. J. (2018). Análisis socio jurídico del delito de secuestro en Colombia desde 1970: una aproximación multidimensional. Universidad Santo Tomás. https://doi.org/10.15332/tg.mae.2018.00166

 

Hernández Cetina, A. W. C., Ripoll, A., & García Perilla, J. C. (2018). “El Clan del golfo”: ¿el nuevo paramilitarismo o delincuencia organizada?. El Ágora USB, 18(2), 512–526. https://doi.org/10.21500/16578031.3363

 

Infobae.com. (2017, 23 noviembre). Hezbollah intensifica su presencia en la web y las redes sociales. Infobae - infobae.com. https://www.infobae.com/2014/05/27/1567969-hezbollah-intensifica-su-presencia-la-web-y-las-redes-sociales/

 

Infobae.com. (2019, 5 julio). El gobierno colombiano condenó la utilización de niños en un video de propaganda del ELN. Infobae - infobae.com. https://www.infobae.com/america/colombia/2019/07/05/el-gobierno-colombiano-condeno-la-utilizacion-de-ninos-en-un-video-de-propaganda-del-eln/

 

Ionita, C.C. (2021). Multi-Domain Operations versus the Mosaic Warfare. Future Conflicts' Dillema Between Multi-Domain Operations and teh Mosaic Warfare. Obtenido de Lambert Academic Publishing: https://www.researchgate.net/publication/353259982_Multi-Domain_Operations_versus_the_Mosaic_Warfare_Future_Conflicts'_Dillema_Between_Multi-Domain_Operations_and_teh_Mosaic_Warfare

 

Las Heras, P. (2022). ¿Cómo recluta el ISIS a sus miembros? Global Affairs and Strategic Studies, Universidad de Navarra. https://www.unav.edu/web/global-affairs/como-recluta-el-isis-a-sus-miembros

 

Liang, Q., & Xiangsui, W. (1999). Unrestricted Warfare. Beijing, Obtenido de PLA Literature and Arts Publishing House: https://www.c4i.org/unrestricted.pdf

 

Llorente, M. V., & Garzón, J. C. (2020). ¿Qué hacer con el ELN? Opciones ante una derrota militar lejana y un diálogo improbable. Obtenido de Fundación Ideas para la Paz (FIP), Notas estratégicas No. 16: https://multimedia.ideaspaz.org/media/website/FIP_NE_QuehacerELN_Final.pdf

 

McCosker, S. (2020). 4 Domains of Warfare. Obtenido de The Oxford Guide to International Humanitarian Law, opil.ouplaw.com: https://opil.ouplaw.com/display/10.1093/law/9780198855309.001.0001/law-9780198855309-chapter-4

 

Medina-Ochoa, G. E. (Ed.). (2019). La Seguridad en el Ciberespacio: Un desafío para Colombia. Sello Editorial ESDEG. https://doi.org/10.25062/9789585216549

 

Methol Ferré, A., & Metalli, A. (2006). La América Latina del siglo XXI. Argentina, Editorial Ensayo Edhasa. https://p3.usal.edu.ar/index.php/miriada/article/download/425/538/1463

 

Naciones Unidas. (2020, 19 noviembre). Las redes sociales, la principal arma terrorista durante la pandemia de COVID-19. Notícias ONU - news.un.org. https://news.un.org/es/story/2020/11/1484342

 

Niño González, C. A., (2017). Breve historia del conflicto armado en Colombia. Revista de Paz y Conflictos, 10(1), 327-330. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=205052042015

 

Ocampo Rodríguez, D. I., (2015). Fronteras porosas: la minería ilegal y el narcotráfico como amenazas latentes a la seguridad. Ciencia y Poder Aéreo, 10(1), 141-150. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=673571173013 https://doi.org/10.18667/cienciaypoderaereo.227

 

Oquendo, C. (2020, 10 junio). El reclutamiento de menores en medio de la pandemia enciende las alarmas en Colombia. El País - elpais.com. https://elpais.com/internacional/2020-06-10/el-reclutamiento-de-menores-en-medio-de-la-pandemia-enciende-las-alarmas-en-colombia.html

 

Pardo, D. (2022, noviembre 21). Cómo es y qué busca el ELN, la guerrilla de Colombia que ahora negocia la paz con el gobierno de Petro. BBC News Mundo - bbc.com. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-63709744

 

Paúl, F. (2022, 26 febrero). Rusia invade Ucrania: cómo los ciberataques se convirtieron en otra poderosa arma en el conflicto entre ambos países. BBC News Mundo - bbc.com. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60508957

 

Peinado, F. (2018, 16 abril). La campaña de desinformación de Rusia sobre la guerra en Siria. El País - elpais.com. https://elpais.com/internacional/2018/04/15/actualidad/1523805523_026186.html

 

Pighi Bel, P. (2021, 11 septiembre). Abimael Guzmán: Qué es el maoísmo, la ideología en la que se inspiró el líder de Sendero Luminoso y por la que desencadenó en Perú una guerra sangrienta. BBC News Mundo - bbc.com. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-58182449

 

Plata Caviedes, J. C. (2006). Reconstrucción de las redes sociales: el caso de las FARC, el ELN y las ACCU-AUC. REDES: Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales, 10. https://www.raco.cat/index.php/Redes/article/view/40467 https://doi.org/10.5565/rev/redes.84

 

Quesada, J. D. (2023, 6 febrero). El ELN critica al Gobierno por no haber avanzado en las negociaciones. El País América Colombia - elpais.com. https://elpais.com/america-colombia/2023-02-07/el-eln-critica-al-gobierno-por-no-haber-avanzado-en-las-negociaciones.html

 

Ramos Maldonado, C. (2020). Historia de la radio comunitaria en Colombia: crisis durante el conflicto armado en el siglo XXI. Quórum Académico. 17(1), 95-131. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=199062926005

 

Reed, D. J. (2008). Beyond the war on terror: into the fifth generation of war and conflict. Studies in Conflict and Terrorism, 31(8), 684–722. https://connections-qj.org/article/beyond-war-terror-fifth-generation-war-and-conflict https://doi.org/10.1080/10576100802206533

 

Restrepo Restrepo, R. E., & Vargas Ángel, R. E. (2018). La tierra como eje central del conflicto armado en Colombia, una mirada a la Ley 1448 de 2011 o Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, sus antecedentes, implementación y problemáticas. Obtenido de Universidad EAFIT: http://hdl.handle.net/10784/13295

 

Reyes Soriano, J. (2013). Ejército de Liberación Nacional colombiano: desde la renovación política a la corriente de renovación socialista, 1978-1994. Revista Divergencia. No.3. 71-88. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4716503.pdf

 

Ríos Sierra, J, Bula Galiano, P., & Morales, J. A. (2019). Departamentos de frontera y violencia periférica en Colombia. Revista Criminalidad, 61(2), 113-132. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1794-31082019000200113&lng=en&tlng=es.

 

Rubiano Olivares, C. A. (2015). La madurez del conflicto: una aproximación al caso del ELN en Colombia. Obtenido de Pontificia Universidad Católica del Perú: https://alacip.org/cong15/pra-olivares8c.pdf

 

Saffón Sanín, M. (2021). Capítulo 8: El despojo de tierras en Colombia: ¿un ciclo interminable?. Universidad de los Andes - repositorio. http://hdl.handle.net/1992/56842 https://doi.org/10.15425/2017.402

 

Salas Salazar, L. G., Wolff, J., & Camelo, F. E. (2018). Dinámicas territoriales de la violencia y del conflicto armado antes y después del acuerdo de paz con las FARC - EP. Instituto Colombo-Alemán para la Paz. Documento de trabajo 1-2018. https://www.instituto-capaz.org/wp-content/uploads/2018/11/Capaz-7-baja.pdf

 

Sánchez Medero, G. (2017). Ciberguerra y ciberterrorismo. Obtenido de Colección Selecciones de Investigación No. 13, Amenazas pasadas, presentes y futuras: las Guerras Asimétricas: https://repository.usta.edu.co/handle/11634/28880 https://doi.org/10.15332/dt.inv.2020.00993

 

Segall, L. (2015, 17 noviembre). Telegram, la app que usan los yihadistas para sus planes secretos. CNN - cnnespanol.cnn.com. https://cnnespanol.cnn.com/2015/11/17/la-aplicacion-de-mensajeria-telegram-es-la-nueva-moda-entre-los-yihadistas/

 

Uribe, M. T. (2002). Las promesas incumplidas de la democracia participativa. En El Debate a la Constitución (pp. 191-208). Bogotá: Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos (ILSA). https://bibliotecadigital.udea.edu.co/handle/10495/10513

 

Villalba García, L. F., Coronado Camero, F., & Sierra Gutiérrez, W. A. (2022). La guerra irrestricta como estrategia del ELN en Colombia: nuevos desafíos de una amenaza persistente. Revista Científica General José María Córdova, 20(40), 778-797. Epub october 01, 2022.https://doi.org/10.21830/19006586.1043

 

Yeste, M. P. (2020). Capítulo cuarto. Los aspectos militares. En: Implicaciones del ámbito cognitivo en las operaciones militares. Instituto Español de Estudios Estratégicos. Documento de trabajo 01/2020. https://www.ieee.es/publicaciones-new/documentos-de-trabajo/2020/DIEEET01-2020ImplicacionesAmbitoCognitivoOperacionesMilitares.html

 

Zanatta, L. (2012). Historia de América Latina. De la Colonia al siglo XXI. ), pág. 288. Editorial Siglo XXI, Argentina. (Capítulos 10, 11 y 12).



[1] Artículo de investigación elaborado como opción de grado para obtener el título de Magíster en Inteligencia Estratégica en la Institución Universitaria Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia “BG. Ricardo Charry Solano”.

 

[2] El Ejército de Liberación Nacional (ELN) es reconocido mediante LEY 1908 DE 2018 - Artículo II, como: “Grupos Armados Organizados (GAO): Aquellos que, bajo la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre una parte del territorio un control tal que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas”.